Esta semana ha comenzado la temporada de deporte escolar y como todos los años, los padres y madres estamos preocupados por el desgaste físico que tanto entrenamiento y competición supone para nuestros chavales. Por eso, te damos unos consejos de nutrición para antes, durante y después del ejercicio físico.
Antes del ejercicio
Si el ejercicio va a ser por la mañana, lo aconsejable es tomar un buen desayuno que incluya un alimento rico en carbohidratos, como el pan, los frutos secos, los cereales o el muesli, un lácteo y una pieza de fruta o zumo sin azucarar. También se puede incorporar algún alimento proteico como el jamón york o ibérico, pavo, atún o huevos.
Si la actividad física va a ser por la tarde, se recomienda comer unas tres horas antes de hacer ejercicio, y beber algo justo media hora antes de empezar. Podemos comer un sándwich de pavo con queso o el típico plato de pasta con tomate y carne magra, una pieza de fruta y agua. En cualquier caso, lo importante es que sean alimentos ricos en carbohidratos de media y lenta asimilación, moderados en proteínas y bajos en grasas, para que nos den energía en actividades físicas prolongadas.
Durante el ejercicio
Si es posible y sobre todo en actividades de gran desgaste físico, debemos tratar de mantener el nivel de glucosa del organismo para lo cual es importante tomar bebidas isotónicas, barras energéticas o un plátano.
No olvidemos que la hidratación es muy importante y que hay que recordar siempre a los niños que deben beber en todo momento agua o bebidas preparadas para recuperar las sales minerales y azúcares que el organismo pierde durante el ejercicio intenso.
Después del ejercicio
Después de realizar ejercicio el objetivo es recuperar los líquidos que se pierden a través del sudor y recuperar la glucosa y las proteínas que nos ayudarán a recuperar el tono muscular y el equilibrio del organismo. Justo después del ejercicio con tomar una bebida deportiva, una barrita energética, un plátano o un yogur es suficiente porque el estómago muchas veces no tolera bien los alimentos en los sesenta minutos posteriores a un esfuerzo intenso.
Tras dejar pasar un tiempo, que variará según cada persona, se recomienda comer carbohidratos de moderada y rápida absorción para recuperar rápidamente la energía y proteínas, tales como: verduras, carne magra, arroz, pollo sin piel, pescados, huevo, queso blanco, frutas y mucha agua. Los lácteos descremados como la leche o el yogurt también son muy recomendables porque contienen un alto nivel de proteína.